DE LAS DUDAS CARTESIANAS, QUE SON NUESTRAS DUDAS...


Resulta que el otro día una alumna me trasladó el pesar existencial que las clases de Historia de la Filosofía le producía. Inmediatamente y con afirmaciones gestuales y/o vocales más o menos timoratas de sus compañeros me confirmaron que era algo común. Si esa desazón es el estándar que todo profesor de filosofía busca en sus alumnos aportar al desarrollo de las competencias de los discentes, me hizo dudar de mi labor. El motivo no era otro que la relación que la alumna estableció entre la falta de solución a la cuestión del sentido y el malestar. Yo no pude nada más que aportar que yo no estoy triste o perdido y cuento con lo primero. Pero, claro, cada cuál es cada cual por el principio de identidad, y las mismas causas pueden tener diferentes efectos.
Ante dicha situación me acordé de Nietzsche y del volatinero que está en la cuerda floja y que cae al vacío vaticinando el nihilismo al que conduce la Cultura Occidental. Pero el "más allá del hombre" supera dicha situación con alegría vital (con el connatus y la alegría que hace que el espíritu humano crezca y caiga del encogimiento que produce la tristeza vacío existencial por la falta de respuestas).
Pero la clase siguió con el desarrollo del programa que nos había llevado a la duda metódica cartesiana, tema que nos llevaba otra vez al callejón sin salida que la alumna y sus compañeros veían en el sinfín de preguntas que llevamos haciendo todo el curso y al que se añadían nuevas sobre la posibilidad de tener conocimientos con verdad.
Y mi espíritu que adolece de la enfermedad de la filosofía (enfermedad, porque no es normal en nuestros tiempos y en nuestra sociedad, que se viva en plena marejada sin sujetarse a bote salvavidas alguno) no pudo por menos de hacerles nuevas preguntas: "Diganme ustedes, ¿de dónde les vienen la mayoría de sus conocimientos?, ¿de fuera?, ¿se los han transmitido ustedes? ¿No hay conocimientos contradictorios entre todos ellos?, ¿cuáles de ellos son verdad indudablemente? ¿De dónde los toman ustedes?, ¿de la Internet?, ¿no encuentran en ella todo tipo de conocimientos, algunos de los cuales no merecerían ser llamados tales? De esos conocimientos que les han contado no hay ninguno si el apoyo está en el origen de los mismos que no caigan en una falacia de autoridad. ¿Quién puede rebatirme el terraplanismo de manera justificada?  Si ustedes tuvieran que buscar un conocimiento firme y sin duda, recorrerían el mismo camino que Descartes.
Y si no hay conocimiento seguro en lo que se nos ha transmitido, busquemos en nuestro interior, pues si dudados de algo, mejor no fiarnos. De los conocimientos que hemos adquirido por nosotros mismos, los más simples son los que nos vienen de los sentidos, pero éstos nos engañan. Eso de si no lo veo no lo creo no vale, pues aún viéndolo a veces no lo vemos bien o solo creemos verlo bien..."
Y mejor dejo lo que siguió para otra entrada...

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