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Mostrando entradas de enero, 2020

DEL TIEMPO Y DE OTRAS COSAS...

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A un tocayo del Santo y obispo de Hipona le oí decir más de una vez, "¿Qué será eso del tiempo que no para?" Pude entender en aquellas palabras de torpe expresión la dificultad que supone dicha cuestión y que el mismo San Agustín expresaba de otro modo: "¿Qué es, pues el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo a quien me lo pide, no lo sé" . Por otro lado, aparece de manera implícita la relación que el tiempo siempre tuvo con el movimiento o, ¿quizás esa relación existe para vislumbrar algo de su naturaleza? Aristóteles no distingue tiempo y movimiento. Pero hay dos tipos de movimientos naturales con sus dos mundos correspondientes. Hay un movimiento rectilíneo y un movimiento circular. Uno es el de los seres que nacen y mueren y otro el de los seres eternos. ¿Podemos decir que hay dos tipos de movimiento en relación al tiempo? En el movimiento de los seres que nacen y mueren tiene sentido hablar de tiempo, pero en los seres del m

SOLO VEO ALGO (CIEGO POR ALGO)

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Cuentan que Horus recuperó el ojo que perdió peleando con su hermano, gracias a Tot, que se lo restituyó devolviéndole la vista. Ese ojo tiene propiedades sagradas y protectoras. Hablemos de mirar y ver, de la ceguera, de luz y oscuridad. Según Hegel el ser es como la nada, es plena luz o plena oscuridad. En el ser en sí mismo no hay entes, como en plena luz u oscuridad no vemos nada. La dialéctica interna del ser le hace salir de sí mismo. El ser y la nada se expresan en los entres, al igual que la luz y la falta de ella o parte de ella hacen posible que veamos. Cuando el ser deviene autoconciencia en un ente como el hombre, éste siente el ser y la nada en los entres que no son él y también a sí mismo como dialéctica del ser y la nada. Nosotros vemos la luz por la ausencia de ella, y vemos la ausencia de la luz dónde ella está, y si nos miramos vemos nuestras luces y oscuridades. ¿No hay ser sin la nada?, ¿no hay luz sin la oscuridad? Y cuando hablamos de la mente d

VIVIMOS EN UN MUNDO DE FICCIONES...

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Yuval Noah Harari pretende contestar a una pregunta en su libro Sapiens: de humanos a dioses , a saber, ¿cómo hemos llegado como especie a controlar la tierra?, ¿qué ha hecho del homo sapiens una especie que ha triunfado evolutivamente?, ¿qué ha hecho que esta especie haya colocado a muchas especies en la extinción desde su aparición? Harari mantiene que el homo sapiens triunfó evolutivamente porque se mueve en una realidad dual no como el resto de las especies que lo hacen en una realidad que es objetiva para ellos. El hombre esta una realidad doble o en dos realidades, una la realidad objetiva y otra que es una realidad imaginada una realidad de ficciones. Esta realidad de ficciones la ha posibilitado la capacidad cultural humana. La capacidad cultural se concreta en contenidos culturales que se forman en las mentes de los hombres y que se plasman o concretan en objetos culturales cargados de contenido simbólico. Muchos contenidos culturales cobrarán realidad material u objetiva

“SOLO PARA LOCOS, VELADA ANARQUISTA”

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Cuando un hombre se siente extraño en una sociedad en la que la vertiginosa velocidad de los acontecimientos y cuya cultura le han llevado a desarrollar un espíritu que se devora a sí mismo, un espíritu que se autofagocita y que lo hace por las consecuencias de la misma Cultura Occidental, por los monstruos de la Razón Occidental, tendrá la necesidad de encontrar un lugar candoroso y hogareño que le dé cobijo. Después de las guerras, allá por mediados del siglo XX, la voluntad de verdad dejó espíritus en ruinas; los cimientos de la Cultura Occidental fueron naipes y lo que se quiso sostener con ellos dejó a algunos en el vacío, en el nihilismo. El personaje de Hermann Hesse en El lobo estepario necesita un lugar “Solo para locos”, un teatro mágico con entrada no para cualquiera para una dulce velada anarquista . La cultura Occidental posibilitaba hombres de extraño espíritu. Dentro de una sociedad así, no era fácil encontrar un lugar “solo para locos”, solo para espírit

SOLO VEO TRISTES (O AMARGADOS)

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Veo demasiados amargados o tristes a mi alrededor. ¿Son los tiempos que nos han tocado?, ¿es por encontrarnos en una sociedad de la opulencia? Se dice que el porcentaje de obesidad de las sociedades va emparejado con la potencialidad económica de un país. ¿Vivimos en un tiempo de obesidad anímica?, ¿vivimos en un abotargamiento de la espiritualidad alegre? Baruj Spinoza nos habla de que la motivación de los actos de los hombres son los afectos, y los más relevantes y fundamentales son la alegría, la tristeza y el connatus. La alegría se entiende como conservación en el ser y como crecimiento en la potencialidad del obrar. La tristeza  nos llevaría a lo contrario. Nuestras sociedades generan espíritus tristes. ¿Es la nihilidad producida por la superabundancia? ¿Es la crisis de la cultura occidental o es la crisis de la sociedad del bienestar? No hay alegría, no hay una sociedad del bien ser. No hay vida, no hay connatus, no hay deseo,... solo adormecimiento, anestesia d

DE LOS VUELOS DE LAS PERSONAS...

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Jans Jürgen Eysenk nos explica que hay tres aspectos estructurales que pueden definir la personalidad de cada cual. Uno es el relativo a la estabilidad o inestabilidad de la persona, que va de la estabilidad a la neurosis en caso de haber inestabilidad máxima. Otro sería el de la introversión o extraversión y todos los grados intermedios. A su vez pueden relacionarse estas características con la teoría de los temperamentos de Hipócrates. Así tenemos que una persona introvertida e inestable sería la de temperamento melancólico, una introvertida y estable sería flemática, la inestable y extrovertida sería colérica y la estable y extrovertida, sanguínea. Las melancólicas son pesimistas, reservadas e insociables. Las coléricas son activas, agresivas, influenciables, activas. Las flemáticas son pensativas, calmadas, con autocontrol y pasivas. Y las sanguíneas son sociables, amigables, receptivas y alegres. Podemos decir que las flemáticas y las sanguíneas se parecen en la forma de alca