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Mostrando entradas de febrero, 2020

DE LAS IMPRESIONES QUE DEVIENEN IDEAS...

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Aquel iba ser el comienzo de un buen encuentro filosófico... La situación era la de pleno proceso de introducción de un nuevo autor de la Historia de la Filosofía, y fue cuando se me vino a la memoria un escrito que hablaba de la emoción vivo y fuerte de una impresionante presencia de una mujer. Aquel escrito de un joven enamorado, sin duda, rezaba así: "El enamoramiento es la impresión de nuestros pies en la arena de una playa. Lo que viene después, es que estas primeras impresiones son borradas por las olas del mar, y lo son poco a poco. El enamoramiento es fuerte y vivaz, y se va convirtiendo en algo más débil que puede alimentarse de las impresiones recordadas como cuando queremos sobreimprimir de nuevo el pie en una tal huella que se borra. Si no se hace esto, acabarán siendo borradas del todo. El amor o se alimenta de nuevas impresiones o no vive más que de las ideas o recuerdos de las impresiones, de las huellas recordadas o retocadas de nuevo por nuestros pies

DE LAS DUDAS CARTESIANAS, QUE SON NUESTRAS DUDAS... (Final)

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Pero Descartes se traiciona a sí mismo, en el momento que encuentra algo evidente, parece que se viene arriba, y su razón empieza a procesar y deducir, en relación con esa primera verdad, y de manera vertiginosa y a borbollones, supuestas ideas innatas que tienen la misma entidad que la primera verdad axiomática, a saber, la evidencia. En este caso las ideas tienen la entidad de haber sido analizadas y sintetizadas o deducidas de manera clara y evidente de aquella primera verdad. Parece como si hubiera olvidado de los escrúpulos que le llevó su análisis metódico de los muchos conocimientos que siempre suponemos. La decepción de los alumnos fue desmoralizante llevando a la susodicha moral a una ínfima altura respecto al suelo.  "Pero, si se está sacando otra vez todo de la manga" . Y efectivamente, tenían razón, como si un prestidigitador se tratara, Descartes solo había cambiado de mano la moneda pero siempre la conservó. No pude por menos de avisarles de que Descartes

DE LAS DUDAS CARTESIANAS, QUE SON NUESTRAS DUDAS... (Continuación)

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Pero, ¿dónde hay que buscar el conocimiento o la verdad? Descartes deja claro los motivos para dudar de los conocimientos que hemos heredado. Sólo queda buscar la verdad en aquellos conocimientos que nosotros mismos construimos. Podría parecer que Descartes en una actitud de soberbia, de menosprecio de todo aquello que no haya visto o creado uno, pero pronto nos hace caer en la cuenta de que no podemos fiarnos tan a la ligera de nosotros mismos. Podemos decir es "un filósofo de la metódica sospecha", parafraseando a Paul Ricoeur. La historia de la peregrinación hacia el conocimiento estaba creando la expectación esperada. Los alumnos estaban siguiendo los metódicos pasos y nada más hacían que asentir con sus cabezas. Y continuamos por la senda de sus siguientes pasos. Los sentidos no pueden generar en nosotros verdaderos conocimientos cuando muchas veces nos sorprenden las ilusiones que provocan en nosotros, o comprobando que muchos de sus datos no se corresponden con l

DE LAS DUDAS CARTESIANAS, QUE SON NUESTRAS DUDAS...

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Resulta que el otro día una alumna me trasladó el pesar existencial que las clases de Historia de la Filosofía le producía. Inmediatamente y con afirmaciones gestuales y/o vocales más o menos timoratas de sus compañeros me confirmaron que era algo común. Si esa desazón es el estándar que todo profesor de filosofía busca en sus alumnos aportar al desarrollo de las competencias de los discentes, me hizo dudar de mi labor. El motivo no era otro que la relación que la alumna estableció entre la falta de solución a la cuestión del sentido y el malestar. Yo no pude nada más que aportar que yo no estoy triste o perdido y cuento con lo primero. Pero, claro, cada cuál es cada cual por el principio de identidad, y las mismas causas pueden tener diferentes efectos. Ante dicha situación me acordé de Nietzsche y del volatinero que está en la cuerda floja y que cae al vacío vaticinando el nihilismo al que conduce la Cultura Occidental. Pero el "más allá del hombre" supera dicha situaci