DE LA POLÍTICA, QUE SIEMPRE ES LOCAL... (DEL UTÓPICO COSMOPOLITISMO)


La política no devendrá nunca "cosmopolítica" aunque los problemas sean globales.
Decían algunos sofistas, en la Grecia Clásica del V a.C., que ellos eran cosmopolitas, ciudadanos del mundo. Se sentían hermanados con los demás seres humanos. El ser de una polis o de otra era una cuestión de convención, y entendían que esto llevaba a las distinciones entre los que somos iguales por naturaleza. Dicho en términos más cercanos
Pero es el más grande de los errores humanos intentar solventar un problema global o "natural" con medidas de carácter político o convencional. Los problemas globales no son locales, los problemas globales no son nacionales, los problemas globales no son de un gremio,...
La política nunca dejó de ser algo público pero siempre cerrado. El origen griego de la palabra se refería fundamentalmente al territorio que era una polis. Posteriormente la política se referirá a un ámbito como el de los reinos, hasta que aparecieron los primeros estados y se empezó a hablar de naciones. En los albores de la Ilustración y durante la misma aparecieron los primeros planteamientos de federación de naciones, Leibniz, Abbé de Saint Pierre, Jean Jacques Rousseau, Inmanuel Kant.
En todos los casos, a lo largo de la historia de la Humanidad, nunca se dejó de hacer política desde el gregarismo que siempre supone un territorio, un nosotros y un los otros. Cualquier ámbito político siempre hace esta distinción. Si la política significa organizarse de tal modo que podamos hacer frente a los problemas públicos o de todos, ese "todos" nunca fue universal o referido a la humanidad. Siempre aparecen los convencionalismos que dejan fuera a alguien, y no solamente a minorías, sino que a veces deja a más seres humanos fuera que dentro. Cualquier nación, cualquier nacionalismo, cualquier patriotismo, lo hace, y normalmente cualquier organización internacional o federación también (sobre todo si es económica; ejemplo claro, las reuniones de un G5 o un G20). Si la palabra griega "politikós" se dice que viene de la raíz del indoeuropeo "p(o)ih" que significa "lugar cerrado", esa raíz está bien agarrada a la historia humana, una historia del nosotros y los otros, o de los otros y nosotros.
Siempre los grupos humanos se hicieron fuertes si fueron capaces de cohesionar su convencional grupo. Y como decían los griegos, quien vivía de espaldas a lo común de su grupo eta un idiota, un "idiotikós". Pero la cuestión es la extensión del grupo, ¿vivimos dentro de un convencional grupo o nos sentimos dentro del grupo natural de los humanos?
Lawrence Khölberg cuando nos muestra los estadios del desarrollo moral psicológico de los individuos, nos muestra que cualquier humano puede pasar del estadio preconvencional, al convencional y al postconvencional. Hay un subestadio en el estadio convencional que es el del gregarismo. Y el estadio postconvencional cuenta con el subestadio de los principios éticos universales como el más desarrollado. Volviendo a lo propuesto al principio, y con palabras de Khölberg, no se puede intentar resolver un problema global desde el gregarismo nacido de los convencionalismos, sino desde principios éticos universales, desde el cosmopolitismo, desde nuestra natural humanidad.
Somos verdaderos idiotas al afrontar un problema natural desde estrategias meramente convencionales. Pero el hombre es más convencional que natural. Solo habría verdadera efectividad y dominio de una pandemia (y porque no, de otros problemas humanos de lo más convencional) si los abordásemos desde la más natural humanidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

1. EL PUNCTUM Y LA FILOSOFÍA

DEL AMOR Y LA GRAVEDAD RELATIVA (O DE LAS ATADURAS RELATIVAS DEL UNIVERSO)

LA EXPANSIÓN DEL UNIVERSO Y LA BELLEZA