DE LA NATURALEZA ALTERNATIVA DE LA FILOSOFÍA (TAMBIÉN EN LA LOMLOE)

Que la filosofía siempre fue una alternativa, siempre ha sido, es y será una realidad. La propia naturaleza de la misma hace de ella una alternativa ante el "pensamiento", o mejor, sentido común. No es común pensar, nunca lo fue, pero lo que si es cierto también es que ha sido necesario el pensamiento, y no es lo mismo fomentarlo o intentar aniquilarlo. Siempre hubo motivos para lo segundo y siempre los habrá, pero continuamente se hizo desde quien pensaba que era mejor que los demás no lo hiciesen para conseguir más poder, mantenerlo o que nadie pudiera arrebatárselo.
Recuerdo en un centro en el que se organizaron unas actividades desde los distintos departamentos en torno a la "Semana de la salud". El Departamento de Filosofía presentó la suya, un audiovisual cuyo título rezaba así "La enfermedad de la filosofía". En esencia presentaba la enfermedad desde el concepto de anormalidad y concluía que cómo se piensa poco y piensan pocos. La filosofía era anormal; era una anormalidad en nuestra sociedad y en nuestras vidas, por eso cabía entenderla como enfermedad. La filosofía siempre será una enfermedad, pero no muy contagiosa. Por eso la filosofía es la alternativa, lo otro, lo que no es común.
Cuando estos últimos años, nosotros los profesores de filosofía, éramos los encargados, aunque no siempre, de impartir la alternativa a la Religión, los Valores Éticos. Comúnmente noté en ellos que esto era algo indigno. El papel que ocupaban en el currículo de la E.S.O. tenía un alto grado de penosidad, pero no así la propia naturaleza de la materia, y creo que se equivocaron estos dos aspectos. Cuando me tocó impartir por primera vez esta materia pensé en presentarla el primer día a los alumnos como lo que era, la alternativa. Los Valores Éticos son la alternativa. ¿A qué? A lo establecido, a lo asumido, a lo no cuestionado, a lo fácil, a lo regalado, a lo mayoritario,... Frente a esto, los Valores Éticos eran lo pensado, lo cuestionado, lo difícil por minoritario,...  Los Valores Éticos iban contra lo establecido, lo no cuestionado, lo mayoritario impositivo y no razonado, lo simple y no reflexionado de modo gregario. Cuando preguntaba a los alumnos, y cuándo lo hago ahora, qué cuál es la materia más importante de todas, ellos me decían y me dicen que los Valores Éticos. Eso si, cuando ya llevamos varias clases. Todos estos años de LOMCE han hecho de la Filosofía una verdadera alternativa, pero eso es sacar, al mismo tiempo, de la Filosofía su esencia. La Filosofía requiere trabajo, el filósofo es Sísifo, y sólo siendo alternativa hay conciencia de la importancia del pensamiento, cualquier otra situación lleva al adormecimiento y al conformismo, tan contrarias a Ella.
Es muy difícil que fuera de la enseñanza nos demos cuenta de esto si vivimos en una sociedad en la que los valores con más éxito no son de los que hablamos en esas clases. Por eso es tan importante que desde la política en sus decisiones sobre educación considere la importancia de la filosofía. Aunque parezca un contrasentido que la escuela prepare en la reflexión y la reflexión crítica de los valores en general y no solo la presentación de lo que socialmente más considerados, sólo así podemos formar personas que cuestionarán y harán por cambiar aquellos valores en los que no quieran vivir y fomentarán y defenderán los que consideren más adecuados. Otra cosa es adoctrinamiento, conformismo, asunción de lo establecido, vivir sin cuestionar y según lo que ya te viene dado.
Una política educativa que mire por la filosofía será una profilaxis contra la ignorancia, la incultura, el "borreguismo" y el "cazurrismo". Lo que se ve normal y sano en nuestra sociedad es la verdadera enfermedad pandémica, es lo que se tendría que eliminar o de lo que nos tendríamos que curar. Misión difícil si no se cuenta con la filosofía. Solo así la filosofía dejará de ser una enfermedad para convertirse en la medicina que devendrá vacuna.